A K, por las grandiosas historias que está por escribir.
Homesick fue la palabra que una muy querida amiga utilizó para decirme cómo se sentía. Por cuestiones de trabajo, ella debe pasar un par de meses lejos de su familia. Quien ha estado en una situación similar, entiende cómo se siente ella en este momento. La distancia eventualmente duele. La lejanía perturba tanto como el saber que uno no puede presenciar ciertos acontecimientos que ocurren a kilómetros de dónde nos encontramos. Quien ha utilizado la palaba que aparece en cursivas al inicio de este párrafo para expresar cómo se siente, conoce bien esa sensación de vació en el estómago que se presenta al no poder compartir de manera inmediata lo que uno vive: “Me gustaría que mis seres queridos estuvieran aquí y vieran lo que estoy haciendo. Estoy seguro que se sentirían orgullosos de mi.”
Hablar con mi amiga volvió a recordarme que hace cuatro años que estoy lejos de mi familia. El irme a la Universidad representó dejar mi casa para ir detrás de la vida con la que hasta la fecha sigo soñando y que día a día intento construir. Soy workaholic confeso y admito que en más de una ocasión, tareas y trabajo me han impedido ver a mis seres queridos con la regularidad que quisiera. No tan sólo me he perdido cumpleaños y demás festividades, el estar lejos ha hecho que hayamos comenzado a construir realidades ciertamente diferentes; cambia el estilo de vida y cambian los hábitos, cambia el entorno y la manera de ver el mundo. Aún con esto, no ha pasado día en el que no haya extrañado a las personas que me vieron crecer y me hicieron ser quien hoy soy.
He hecho mi paz con la idea que no puedo contarles todo el tiempo qué estoy haciendo, por más que crea que les gustaría saberlo – tampoco espero que ellos lo hagan. De un tiempo a la fecha me gusta pensar que somos historias, las construimos mientras vivimos. Efectivamente, uno no está presente en cumpleaños y otros importantes momentos, pero uno se los pierde por estar tejiendo historias y creando recuerdos. A través de uno de los personajes de “El Túnel”, Ernesto Sabato dijo que vivir era construir futuros recuerdos. Lo creo así. Recuerdos e historias que se construyen para después poder ser contados y compartidos con las personas que más amamos.
La casa de modas francesa Louis Vuitton tiene una hermosa campaña llamada “Core Values/JOURNEY”. En uno de los anuncios de ésta, aparece la actriz francesa Catherine Deneuve en el último día de grabación de una de sus películas. Junto al nombre de la marca se lee “Sometimes home is just a feeling”, frase que constantemente me repito para saber que lo que yo llamo casa va más allá de un techo y cuatro paredes. Es más que eso. Mucho más. Mi hogar es el lugar en el que pienso cuando me siento sólo.
Mi hogar es a quien le dedico las historias que día a día escribo.
Somos las historias que contamos… y somos también las personas a quienes se las contamos.