“Armas químicas” y “guerra” son los dos principales resultados que aparecen en pantalla cuando uno escribe Siria en Google. Los diversos conflictos que actualmente ocurren en el país de Oriente Medio hacen inmediatamente pensar en intervenciones militares, disputas diplomáticas y marcadas diferencias ideológicas.  Al parecer, lejos ha quedado el percibir Siria como centro religioso, cultural y artístico. Eso creía yo…luego conocí a Rami al Ali.

Nacido en la provincia siria Deir ez-Zor, al noreste de Damasco, este diseñador de Alta Costura hace pensar en la cúspide cultural alcanzada por el Imperio Omeya, en la que siempre estuvo presente una suntuosidad propia de Grecia, Roma y el mundo bizantino. De padre arquitecto y madre especialista en estudios de historia de Medio Oriente, el gusto de Rami al Ali por el estilo y la moda surgen a temprana edad. El crecer entre cuatro hermanas hizo que desde pequeño se interesara por el estudio de la figura femenina, es por eso que sus piezas son sofisticadas y están destinadas a hacer lucir con elegancia el cuerpo de la mujer que las porta.

La incursión en el ámbito teórico de la moda de este diseñador se remonta a 1991, año en el que inicia estudios de Comunicación Visual en el College of Fine Arts de Damasco. Motivado por un constante deseo de libertad de expresión así como por el ímpetu de  reinterpretar las “bellas artes” en la moda,  poco a poco comienza a elaborar sus propias creaciones durante su época como universitario; presentando así una colección completa al graduarse.

A principios del año 2000 crea la marca que hasta la fecha lleva su nombre. Desde entonces hasta ahora, las asombrosas piezas de Alta Costura confeccionadas por este diseñador se caracterizan por los hermosos y brillantes detalles artesanales en los que destaca el uso de diversas formas geométricas. Los vestidos, todos de cintura definida y sin fin de capas, presentan un escote discreto, pero no por eso menos sensual. La brillantez de las piezas evoca a una mezquita, a una elegante y luminosa superficie llena de detalles que deben ser descubiertos.

El debut de este diseñador en la esfera de diseño de modas europea sucede en 2009, cuando participa en AltaRoma, semana de Alta Costura de la capital italiana. Tres años después, en 2012, presenta por primera vez su colección Primavera/Verano en la Semana de Haute Couture parisina.

Sí, entiendo que un vestido de alta costura jamás podrá hacer olvidar la destrucción del minarete de la Mezquita de Damasco. Lo sé bien. Pero, cuando menos por ahora, puede hacernos recordar las hermosas paredes doradas de tal recinto y, sobre todo, hacernos pensar que, en el ámbito de producción artística y diseño, en Siria aún hay esperanza…y un sin fin de suspiros.