Siempre he pensado en la semana de la moda de Milán, cuando menos la edición masculina de ésta, como una eterna confianza en lo clásico. Ciertamente, las pasarelas italianas le apuestan tímidamente a la contemporaneidad…pero no por eso dejan de ser maravillosas. Italia siempre será sinónimo de eterna elegancia. No hay que olvidar que el inicio de la industria de la moda en ese país europeo se remonta a 1951, año en el que el Marqués Giovan Battista Giorgini comienza a comercializar diseños italianos en el mercado internacional; siendo compradores americanos los primeros interesados en poseer un guardarropa que poco a poco comenzaban a tener una originalidad menos subordinada a la moda francesa, imperante en aquella época.
La edición Automno/Inverno 2014-2015 de Milán, en palabras de Eugenia de la Torriente, concluyó con “una tímida evolución hacia propuestas más contemporáneas”: desde el clásico caballero de tinte actual de Canali, quien no tiene ya miedo a usar como accesorio una mochila o maletín, hasta el juego de yuxtaposiciones contradictorias en Costume National, en la que los prints se mezclaron con texturas sobrias y la apuesta por el layering miró frente a frente a la simplicidad. Dicotomías perfectas.
Canali
Costume National
Dolce & Gabbana continuó la apuesta por la iconografía siciliana; con looks klinglets, aparecen en las piezas detalles que exponen a caballeros medievales integrantes de la realeza así como elementos arquitectónicos de ese periodo. Especial atención en la corona metálica que llevaron en la cabeza casi todos los modelos.
Dolce & Gabanna
La reinvención del denim en Dsquared2 fue una apuesta interesante…tan interesante como las líneas y cuadrículas en piezas de corte tan suelto como fit de Daniel Alessandrini y la propuesta funky de Frankie Morello.
Dsquared2
Daniele Alessandrini
Frankie Morello
Para esta edición, el emperador de la moda, Giorgio Armani, presentó una colección más de Emporio Armani en la que se observan texturas en diferentes materiales: lana, piel, seda y terciopelo. Una propuesta de textura única se materializa en Brioni, ideales abrigos grises de lana coexisten en armonía con piezas en las que predomina una composición de reptil.
Emporio Armani
Brioni
Sin duda alguna, una de las presentaciones más originales de esta temporada fue la de Etro: una uniformidad cromática y cuadriculada. Dos modelos, uno joven y otro mayor (algunos, Directivos de la firma), una conjunción de presente y futuro que declara la atemporalidad y elegancia de esta marca fundada en 1968.
Etro
Etoy obsesionado con los suéteres. Londres: el suéter de Christopher Shannon en el que aparece tejida una cajetilla de cigarros. Milán: los suéteres de Calvin Klein en los que aparece tejido el nombre de las icónicas fragancias de la firma: Eternity, Escape y Obsession.
Calvin Klein Collection
Boys will be boys and black will be black es la frase que resumiría la colección Otoño/Invierno 14 de Corneliani. La apuesta por la assenza di colori es evidente.
Los lunares en las piezas de Andrea Pompilio me hicieron pensar en el traje Giorgio Armani, intervenido por la artista japonesa Yayoi Kusama, que George Clooney usó en la portada de la edición anual de arte de W Magazine.
Andrea Pompilio
Obsesionado con el arte y la nostalgia, Antonio Marras presentó una colección en la que destaca por encima de todo el perfil de Scarface grabado en una camisa blanca…tan blanca como aquellas que compusieron, en 1998, su colección “Sanstitre”.
Antonio Marras
Como cada temporada, Bottega Veneta confió en una paleta policromática. Los maravillosos y prácticos clutches se revelan en colores obscuros pero también otoñales. Se revela claramente la apuesta de Tomas Meier por el casualwear. En contraste, Giorgio Armani apostó por una paleta tricromática para su línea homónima: de manera democrática los colores gris, azul, blanco y negro, le dan color a las piezas.
Bottega Veneta
Giorgio Armani
Prada y MP Massimo Piombo, con sus respectivas colecciones, no le tuvieron ni miedo al color ni a las diversas texturas. Mientras que el primero destaca por su look desenfadado de aires vintage, el segundo destaca por dos piezas: blazers y abrigos; ambos únicos…tan únicos como la apuesta por los colores sólidos Gucci; o una apuesta interesante en Jil Sander.
Prada
MP Massimo Piombo
Gucci
Jil Sander
Versace: la cúspide de la década de los noventa, el icónico logo de medusa siendo utilizado casi de manera bling y bondage, hombres cuyo aspecto es tan elegante como dominante: suited man by day, biker by night. Creo que Gianni estaría muy orgulloso…y junto con él, el Marqués Giovan Battista Giorgini. Ambos aplaudirían las anteriores colecciones, quizás las vestirían, quizás no…lo que los dos harían, estoy seguro, sería asegurarse de que el mundo entero voltease a ver un Milán que no teme quedarse atrás, un Milán cuyo único objetivo es siempre apostarle al futuro.
Versace
Fotografías de vogue.it