Il fascino della personalità. The charm of personality. Personalidad y estilo cinematográfico. El fin de semana pasado fue revelada la portada Febrero 2014 de la edición italiana de la revista VOGUE;  con la leyenda Effortless Style aparece Sofia Coppola, vestida en un vestido de brocado negro de la firma italiana Dolce & Gabanna.

Bajo el lente fotográfico de Steven Meisel, la directora y guionista estadounidense protagoniza un spread en el que aparece luciendo prendas de Miu Miu, Lanvin, Louis Vuitton, Marc Jacobs, Chanel, Céline, Valentino, etc.

No es la primera ocasión en la que Coppola aparece en las páginas de VOGUE ITALIA. En 1992, a la edad de veintiún años, esta mujer de icónicas cejas fue también fotografiada por Steven Meisel para la portada de tal publicación. La fotografía del rostro; la expresión tan ausente como presente en la mirada; la ausencia de color; diversos paralelismos que más que marcar una igualdad, señalan una evolución y un crecimiento en la carrera de la directora de películas como Marie Antoinette, The Bling Ring, Lost in Translation y Somewhere.

Conocí el universo de Sofia Coppola hace un par de veranos gracias a mi amiga Paola Gómez. Personajes que viven una vida solitaria, los silencios, los espacios, los momentos tan íntimos que el espectador puede experimentar con lo que sucede en pantalla, historias para reflexionar, los detalles, las maravillosas canciones, el elenco, frases que se quedan en la cabeza como tatuaje en la piel…esos y otros elementos que he disfrutado en cada una de las películas de esta directora; la primera mujer estadounidense en haber sido nominada a un Óscar a la mejor dirección.

Coppola no ha sido ajena a la industria de la moda. No tan sólo el vestuario en sus películas es único (Marie Antoinette o The Bling Ring), la directora también ha colaborado con Marc Jacobs para la campaña del perfume Daisy, y aparece también en la más reciente campaña de Louis Vuitton.

“The more you know who you are, and what you want, the less you let things upset you”; le dice Bob (Bill Murray) a Charlotte (Scarlett Johansson) en Lost in Translation. Justo ayer volví a recordar la frase, me gusta hacerlo de vez en vez. Creo que la frase es realmente maravillosa…tanto como ese magnífico universo de nombre Sofia Coppola.