Una mujer sentada en una cafetería. Entregada a sus pensamientos. Está sola. Hay nadie a su alrededor. Sobre la mesa, una taza. Quizás contenga té. Quizás café. Un instante efímero que se congela. Un momento que capta una mirada ajena.
Pintada en 1927, Automat es mi pintura favorita del pintor realista americano Edward Hopper. Su obra se caracteriza por enmarcar escenas en las que la soledad es el sujeto principal. Hay una cierta “mirada voyeurística”: el observador y el observado. Hay ausencias. Hay personajes absortos en un lugar mental en el que sólo ellos existen. Me identifico. Quizás hasta me describo. Quizás por eso es mi favorita.
Jo, la esposa del pintor, posó para la pintura, la cuál fue develada en el Centro de Arte de Iowa el 14 de febrero de 1927. Existe cierta similitud entre esta obra y “El Ajenjo”, de Edgar Degas. Tanto en una como otra hay un personaje femenino que está-y-no-está presente. No puedo describir la escena con otra palabra que no sea “soledad”. Loneliness. Solitude. I restore myself when I’m alone, dijo Marilyn Monroe.
El Verano pasado estuve mucho tiempo sólo. Solía pasar mis tardes viendo pinturas de Edward Hopper. En esos momentos supe que yo realmente era feliz…cómo lo recuerdo.