Me gritaron negra

Victoria Santa Cruz nació en Lima, Perú en 1922 en el seno de una numerosa familia de músicos y artistas. Durante su infancia y adolescencia recibió una formación en la que su herencia criolla y obras clásicas Europeas estuvieron presentes por igual, estableciendo así una cierta otredad eventualmente manifestada en sus obras. En 1961, junto con su hermano Nicomedes, fundó la primera compañía de teatro afroamericana en Perú.  Sus producciones se basaban en el auto-descubrimiento y recuperación de una cultura (la afroamericana, por supuesto) a través del ritmo así como en lo que Santa Cruz solía denominar como “memoria ancestral”. Su práctica -en la que también incluía la re-construcción de prácticas religiosas afroamericanas olvidadas- tenía como objetivo principal despertar la conciencia y el orgullo afroamericano en Perú. 

“Me gritaron negra” (1978) es un performance inspirado en un recuerdo de la infancia de Santa Cruz en el que unas niñas se rehusaron a jugar con ella debido al color de su piel. A través de la repetición de la palabra “negra”, la artista elabora un relato personal cuyo punto de partida es el rechazo y cuyo final es el auto-reconocimiento con orgullo.  

Me gritaron negra (1978)
Victoria Santa Cruz 

Tenía siete años apenas,
Apenas siete años,

¡Qué siete años!
¡No llegaba a cinco siquiera!
De pronto unas voces en la calle
me gritaron “¡Negra!”

¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!

“¿Soy acaso negra?” ⎯Me dije
¡Sí!

“¿Qué cosa es ser negra?”
¡Negra!

Y yo no sabía la triste verdad que aquello escondía,
¡Negra!

Y me sentí negra,
¡Negra!

Como ellos decían,
¡Negra!

Y retrocedí,
¡Negra!

Como ellos querían,
¡Negra!

Y odie mis cabellos y mis labios gruesos
y mire apenada mi carne tostada,

Y retrocedí
¡Negra!

Y retrocedí…
¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!
¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!
¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!
¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!

Y pasaba el tiempo,
y siempre amargada,
seguía llevando a mi espalda
mi pesada carga
¡Y cómo pesaba!

Me alacié el cabello,
me polvee la cara,
y entre mis entrañas siempre resonaba la misma palabra

¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!
¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!

Hasta que un día que retrocedía, retrocedía y qué iba a caer
¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!
¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!
¡Negra! ¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!
¡Negra! ¡Negra! ¡Negra!

¿Y qué?
¿Y qué?

¡Negra!

¡Negra!
Soy

¡Negra!
Negra

¡Negra!
Negra soy

¡Negra!

¡Negra!
Soy

¡Negra!
Negra

¡Negra!
Negra soy

De hoy en adelante no quiero
laciar mi cabello
¡No quiero!
Y voy a reírme de aquellos,
que por evitar -según ellos-
que por evitarnos algún sinsabor
llaman a los negros gente de color
¡Y de qué color!

NEGRO
¡Y qué lindo suena!

NEGRO
¡Y qué ritmo tiene!

NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO
NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO
NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO
NEGRO NEGRO NEGRO

Al fin
Al fin comprendí
¡AL FIN!

Ya no retrocedo
¡AL FIN!

Y avanzo segura
¡AL FIN!

Avanzo y espero
¡AL FIN!

Y bendigo al cielo porque quiso Dios
que negro azabache fuese mi color

Y ya comprendí
¡AL FIN!

¡Ya tengo la llave!

NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO
NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO
NEGRO NEGRO NEGRO NEGRO
NEGRO NEGRO

¡Negra soy!

Compañía Odin Teatret

 

“Me gritaron negra” (1978) forma parte de “Radical Women: Latin American Art, 1960–1985”; Hammer Museum (Los Angeles, CA). Hasta el 31/diciembre 2017.

 

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